"Todo el mundo las critica, pero nadie las escucha"

"TODO EL MUNDO LAS CRITICA, PERO NADIE LAS ESCUCHA"

jueves, 6 de octubre de 2011

Drugs

Ayer tuve psiquiatra otra vez y me dijo que que tal y todo eso. Y como ultimamente estoy comiendo como una loca, me muero por dentro y no se lo puedo contar a nadie, me empecé a desahogar... Lo saqué todo de dentro hasta que me di cuenta que estaba hasta levantando la voz y gesticulando como una imbécil. Cuando terminé, vi a la psiquiatra mirándome con poker face y decidió darme unas pastillas que me iban a tranquilizar y a quitarme la ansiedad... Eso está bien, pero tienen muchísimos efectos secundarios:
-Me quitarán el hambre
-Me provocarán sueño
-Me quitarán el apetito sexual
-Me harán más irritable, triste y enfadica
-Aumentarán mis pensamientos suicidas (esto me da especial miedo)
-Y más que no me acuerdo
Menuda joyita de drogas me ha dado... Pero bueno.
Engordo, engordo y no paro de engordar. En mi primera visita pesaba 45.6 (musica para los oidos) y ahora peso 49 (foca)... Para medir 1.70 la verdad es que los dos pesos son muy bajos, y la verdad es que en teoria quiero recuperarme por lo que deberia alegrarme pero no soy yo quien se vuelve loca con todo esto del peso, es Ana dentro de mi...
Por cierto hace poco me enteré de que en mi pequeño pueblo soy el tema número uno de conversación. Parece que van diciendo por ahí que soy una anorexica loca y transtornada a la que deberian ingresar... En fin, podria decir muchísimas cosas de esa gente que habla sin saber y que no sabe el daño que hace... Pero esque no se ni que decir y si empiezo a decir cosas, no callo.
Por lo menos ahora soy popular, parece ser que todo el mundo ha oido hablar de mi.

domingo, 2 de octubre de 2011

Vida real

Las fiestas de mi pueblo han terminado. Me lo he pasado genial: he ligado, he bebido, he fumado, he bailado, he reido (muchísimo)... Y he comido mucho más. Dios, no me lo puedo creer, ahora que miro mis registros veo que antes comia la mitad que ahora y encima casi todo lo que apuntaba en realidad no me lo comia, lo escondia o lo tiraba, ahora hay el doble de comida apuntada y me lo he comido todo, to-do. Si me llegan a decir hace unos meses todo lo que iba a comer, me volveria loca y me odiaria a mi misma. O simplemente no me lo creeria.
El miércoles tuve visita con la psiquiatra. He engordado. No sé cuanto, porque no queria ni saberlo. He engordado en menos de una semana, podeis imaginaros como engullo. Todo el mundo está contentisimo de que haya engordado y me felicitan, y lo siento mucho pero yo no me alegro, cuando la psiquiatra me lo dijo con una sonrisa en la cara se me cayó el mundo a los pies (aunque intenté devolverle la sonrisa). Veo a mis padres felices despues de tanto tiempo viendolos morir por mi culpa, mi madre no para de decirme lo orgullosisima que está de mi, me besa, me abraza... Y eso deberia reconfortarme pero no puedo evitar sentirme como una...fracasada? Si, eso es. A ver si me explico: cuando empecé a adelgazar me alegraba porque era un objetivo que me habia marcado y que estaba consiguiendo, era un: soy capaz, puedo hacer todo lo que me proponga. Empecé a adelgazar a pasos agigantados y para mi era una hazaña porque era algo muy difícil de conseguir, que muy poca gente era capaz de hacer, y yo lo hacia! Era superior. Y ahora todo el trabajo a la mierda, siento como doy pasos atrás, como al final me han comido la cabeza y siento que Ana piensa: te has vendido, has fracasado, yo confiaba en ti...
Pero bueno, la cuestión es que las fiestas han terminado, vuelve la vida real, la rutina que odio muchísimo, un curso muy difícil: segundo de bachillerato. Más dificil cuando tienes que compenetrar los estudios con tu enfermedad. Y un reto: engordar más. Cada vez más. No poder hacer nada para evitarlo. Me pongo nerviosa de pensarlo. Quiero que las fiestas duren eternamente porque aunque también comia como una cerda, al menos luego me emborrachaba como una cuba y no pensaba en eso... A ver si voy a acabar siendo también alcoholica. Anoréxica, alcoholica... Toda una joyita.

sábado, 24 de septiembre de 2011

Con la verdad por delante

Todo ha cambiado radicalmente. He decidido hablar.
Le he contado a mi familia un poco la doble personalidad que tenemos las anas, todo lo que pasa por mi cabeza cuando me como una simple rebanada de pan, este infierno, esta lucha conmigo misma... Me ha dado muchísima verguenza y cuesta hablarle de ana a tus seres queridos pero han decidido ayudarme y sinceramente ahora todo va mejor. A la hora de comer, cuando no quiero comer más, en vez de reñirme como hacian antes, ahora ya saben que no es mi culpa y me animan, me hablan con cariño y cuando lo consigo me felicitan. Es gratificante.
Para merendar como galletas de chocolate y me cuesta muchísimo pero mi hermana me ayuda y me dice que vayamos poco a poco: primero una, luego una y media el dia siguiente, la semana que viene dos...
En mi casa ahora se respira un ambiente agradable aunque hubo una gran pelea hace poco porque me pillaron tirando comida, lloraron todos mucho y me amenazaron con internarme! Fue la peor pelea que he tenido con ellos en mi vida.
Ayer mi amiga queria merendar en mi casa, y estaba segura de que no entenderia el espectáculo de: "venga Andy, media galletita más, ánimo, tú puedes" así que decidí contarselo también. Se puso a llorar muchísimo y puestas a confesar me confesó que ella y el resto de mis amigas se pasan la vida llorando por mi. Eso me sentó fatal. Maldita ana, vete de mi vida, deja de torturarme, deja de hacer sufrir a mi gente, vete de mi cabeza...
Mi amiga se lo contó a otra amiga. No me pareció muy bien pero la chica necesitaba desahogarse así que no importa. También hablé con mi otra amiga y me apolló muchísimo. Hacía tiempo que no me sentia tan querida, me había sentido tan sola e incomprendida... Anas, contad la verdad! Es mejor, enserio!
No se si estoy preparada para contarselo al resto de mis amigas. En mi pueblo estamos de fiestas y sería amargarles las fiestas, tal vez luego se lo cuente... De momento mis dos amigas dicen que me van a ayudar y animar (de echo ayer tiré medio bocadillo, me pillaron y no se enfadaron, me animaron a comérmelo y cuando lo hice me abrazaron y besaron).
No sabeis cuanto me arrepiento de haberme cerrado en mi misma, de haber dejado que la ana que hay en mi cabeza me debilitara y me alejara de la gente. No sabeis cuanto cambia esto la vida de una. Es duro, durísimo, ana sigue volviendome loca y lo seguirá haciendo por mucho tiempo, cada bocado es una prueba, cada grano de arroz es un mundo, cada macarrón es un desafio... Pero al menos ya no estoy sola, y lo voy a superar, no se puede vivir así.

martes, 20 de septiembre de 2011

A peor

Hoy he tenido visita con la psiquiatra. En teoría tenía que tener visita con la psicóloga, pero han decidido cambiarme a una psiquiatra porque mi peso no sube. Antes de ir, he desayunado hasta casi rebentar, ha sido un atracón para pesar más y que no me enviaran a la psiquiatra, pero no ha servido de nada, he pasado toda la mañana con ganas de vomitar para nada. Después de la visita me tocaba almorzar pero lo he tirado, no me cabía ni un gramo más de comida.
La psiquiatra no me ha dado más que malas noticias. Resulta que mi peso es tan bajo que como no aumente me van a tener que ingresar en una de esas clínicas en las que estás aislada del mundo, sin contacto con tus seres queridos, comiendo como una cerda y vigilada a todas horas. Os juro que si me envian a uno de esos sitios me vuelvo loca. Aunque en teoria eso está en mis manos. Si como mucho engordaré y no me enviaran y todo el mundo feliz. ¡Pues no! Que no puedo, no puedo, no-puedo. Me es imposible no aprovechar las ocasiones de tirar comida, y por culpa de eso no he engordado estos dias y me está atendiendo una psiquiatra en vez de una psicóloga. Bueno, como las malas noticias no terminan, ahora resulta que tengo que aumentar mis cantidades de comida.
Desayuno: vaso de leche y mínimo diez galletas.
Almuerzo: bocadillo y fruta o zumo.
Comida: ensalada, primer plato (cantidad generosa) y fruta.
Merienda: bocadillo o cualquier cosa (seguro que mi madre me compra bolleria como si se acabara el mundo)
Cena: primer plato (fideos, hervido, puré...), segundo plato (carne o pescado y guarnición) y fruta.
Resopón: leche con galletas (no ha especificado cuantas pero mi madre seguro que me obliga a comer como en el desayuno).
Bueno, como habreis observado me van a cebar y si no da resultado me van a encerrar. Bien. Pero esque las malas noticias no terminan para mí aquí, que va, en tercer lugar me ha prohibido hacer Educación Física, asignatura que, evidentmente, si no realizo, suspendo. Cosa que me bajará la media. Media que tengo bastante alta porque sinó no me aceptarán en la carrera que quiero. Vamos, que por arruinar, la anorexia también va a arruinar mi futuro. Otra mala noticia (no acaban nunca, soy tan afortunada) es que para las fiestas de mi pueblo, lo que llevo esperando todo el año, las fiestas que iban a ser increibles... Me las voy a perder más o menos. ¿Por qué? Porque no me dejan comer fuera de casa. Así que mientras mis amigas esten comiendo y cenando todas juntas, emborrachandose durante la cena y pasandolo bien yo estaré en casa, con la obsesionada de mi madre sin quitar ojo de mi plato, bueno, de mis platos. Y para colmo, la tengo enfadada, no me habla y me mira mal. Como si yo hubiese decido esto. Ojalá me entendiera, ella cree que yo esto lo hago por gusto: siiii, me encanta ser anorexica, lo que siempre he querido ser, sufrid y llorad por mi, castigadme, cebadme, incluso ingresadme en una clínica durante un año, yuhuuuu (No sé como aún me quedan ganas de hacer bromas después de esto).
Y bueno que yo recuerde no hay más malas noticias. Seguro que si, porque lo de la psiquiatra ha sido en plan pimpam todo lo malo que te podia decir te lo digo. Pero bueno, no me apetece escribir más ni pensar más en lo que me ha dicho. Aunque la verdad esque la chica era maja, sonriente y me hablaba muy dulce, creo que nos llevaremos bien. Aunque sea la causante de todas mis desgracias... Tal vez nos llevemos bien ¡Qué cosas!

jueves, 15 de septiembre de 2011

Contradicciones

Antes de empezar con mi historia os contaré qué tal estoy actualmente.
Mi obsesión por la comida dirije mi vida, no pienso en otra cosa, no me preocupo por otra cosa y cuando llegan las horas de la comida tengo miedo, me pongo nerviosa y triste.
En verdad vivir así es una mierda, acabas volviéndote medio loca, por eso quiero decir que a todas las que quieran perder peso, esten empezando a hacer deporte o alguna dieta por favor que se queden ahí y que cuando adelgacen un par de kilillos que vayan reduciendo la dieta o algo pero por favor que no se obsesionen, es un verdadero infierno.
Mi doctora me ha dado unos registros para que apunte lo que como a cada hora y cuando tengo visita con ella los revisa, me dice si le parece bien o mal lo que estoy comiendo y me pesa.
Ahora mismo estoy haciendo las 5 putas comidas que en teoria son las que deberia hacer la gente para llevar una dieta equilibrada y las que me hacen enloquecer. El primer dia me explicó la importancia de hacer todas las comidas, de comer de todo y de cumplir con la famosa pirámide. Me contó las consecuencias de la anorexia aunque ya padezco algunas como la amenorrea, el cansancio, la piel seca, la irritabilidad, el lanugo...
Ahora mismo tengo una lucha contra mi misma difícil de explicar... Me miro al espejo y veo a una chica delgada con los brazos demasiado finos, los hombros pequeños y puntiagudos, la cabeza demasiado grande, las caderas salidas... Demasiado delgada, no me gusta, no es atractiva. Entonces, ¿Tendria que ser fácil, no? Si no te gustas porque estás muy delgada come, engorda un poco y para de engordar cuando te gustes. Pues NO. Es muy difícil, mucho. Si me lee alguna ana ella lo entenderá. Tengo una contradicción en mi cabeza. Una voz me dice: tienes que engordar, lo necesitas, hazlo. Pero otra me dice: no comas, no comas, no comas... Y me siento muy mal cuando lo hago. Cuando nadie me mira tiro o escondo comida y aun así la apunto en los registros. Sí, eso es trampa, está mal, pero no puedo evitarlo, es como si no lo hiciese yo, como si lo hiciese una fuerza superior a mi... Aunque ultimamente no estoy tirando nada de comida porque me vigilan a todas horas, es un puto agobio. De echo, como ultimamente me lo he comido todo he engordado un poco y unos pantalones que antes me venian grandes ahora me vienen ajustados y me entró un pequeño ataque de ansiedad. Que locura.
Bueno, dentro de pocos dias tengo visita con la psicologa, a ver que me dice, de momento la doctora me ha dicho que si no engordo me canviarà a la psiquiatra... Tengo unos pocos dias para engordar pero sé que si tengo la oportunidad de tirar/esconder comida voy a hacerlo. Porque no puedo evitarlo, porque no me controlo. Y creo que esto solo lo podrá entender quien lo haya vivido...

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Presentación

Me llamo Andy y no sé si soy anoréxica. Depende. Si anorexia es comer en pocas cantidades para perder peso, llegar a un peso que no es saludable y querer seguir adelgazando, tener pánico a engordar, no pensar en otra cosa que no sea comida y sentirse terriblemente culpable cuando se come en exceso, si, lo soy. Si es otra cosa, seré simplemente una loca obsesionada con las calorías, no sé.
Tengo 18 años y empecé con todo esto a los 17 con 64 kilos y 1.69. IMC de 22.41, un peso normal para mi altura, aunque yo me veía bastante rechonchita. Me encantaba comer, las pizzas, los kebabs, las galletas de chocolate... Y aborrecía el deporte.
De carácter la gente me solía decir que estaba loca. Era muy alegre y optimista, siempre me veías con una sonrisa en la cara, aunque me fuera mal. Caía bien, tenia chispa, era extrovertida y habladora.
Era la alumna perfecta, todo sobresaliente y una chica adorable. La hija perfecta, la amiga perfecta. Pero mi cuerpo estaba muy lejos de ser perfecto: demasiado culo, demasiados muslos...
No sé exactamente como ocurrió pero un día dije: basta. Se acabó la comida basura y las tardes tumbada en el sofá. Empecé a ir a correr un poquito y a comer más saludable: frutas, verduras, pescado, cereales integrales, fuera dulces y comida rápida... Nada fuera de lo normal.
¿Que como he terminado con unos 47 kilos (IMC 16 y pico) yendo a una psicóloga, a un médico, obsesionada, triste, maniática, con miedo y enferma entre otras cosas? Bueno, eso lo explicaré poco a poco, no voy a contaros todo un año de emociones, obsesiones y locuras en una entrada.